Conchita
Wurst, más diva que nunca en la Ópera de Viena
Los días 19, 21 y 23 de mayo de 2015
En calidad de anfitrión del concurso de
Eurovisión, Austria se dispone a calentar el ambiente con un espectáculo que
aunará pop y el canto en el escenario de uno de los templos líricos más
prestigiosos del mundo. El tenor Juan Diego Flórez y el travesti más glamouroso
serán mañana las estrellas de un show que pretende "construir
puentes"
Por
Isabel Urrutua
Nadie se ha tirado de los pelos en
Austria. La propuesta cuenta con todas las bendiciones de Dominique Meyer (un
alsaciano, hijo de diplomático) que lleva las riendas de la Ópera de Viena
desde 2010. El país transalpino ha tirado la casa por la ventana con motivo de
la celebración del concurso de Eurovisión, entre el 19 y 23 de mayo, y no les
ha dolido echar mano de más de diez millones de euros para el montaje y demás
actividades colaterales. Como abrir las puertas de uno de los templos líricos
más prestigiosos del mundo -junto con La Scala de Milán- para acoger un
espectáculo rompedor bajo el lema de 'construyendo puentes'. Están convencidos
de que los extremos se tocan... Vaya, vaya.
Por de pronto, sepan que mañana Conchita
Wurst (el travesti austriaco que ganó Eurovisión el año pasado) compartirá el
escenario de la Ópera de Viena con el tenor peruano Juan Diego Flórez, radicado
en la capital austriaca y una primerísima figura del bel canto. Son el máximo
reclamo de un show -tras descolgarse Plácido Domingo por una bronquitis- que
también dará oportunidad de lucimiento a músicos de la Filarmónica de Viena y
de la Ópera, así como a otros cantantes líricos y candidatos de varios países
que participan en esta edición de Eurovisión. No faltarán entrevistas,
chascarrillos y una moderadora experta en temas culturales -licenciada en
Filología Alemana y Románica- que sabe tanto de divos y divas, de Verdi y
Wagner, como Leo Messi de fútbol. O sea, todo y más. En la Ópera de Viena son
gente muy seria.
Han quedado sin desvelar los detalles de
la gala para disparar las expectativas (y el morbo), así que obviamente los
afortunados que han conseguido una entrada para la matiné -la función empezará
a las doce del mediodía- ya estarán salivando de gusto. A mí me pica la
curiosidad saber qué tipo de público se ha gastado entre 7 y 60 euros para
disfrutar de este evento. Por lo demás, el espectáculo se retransmitirá ‘urbi
et orbi’ para satisfacer la curiosidad de millones y millones de espectadores.
No costará ni un duro seguir el show en la pequeña pantalla. Eso sí, muy
importante: hace falta un televisor 'inteligente' de la marca Samsung que
permita bajarse la aplicación de la 'Wiener Staatsoper' (así se llama la Ópera
de Viena en alemán).
"Nada
más sexy"
No corren buenos tiempos para la música
clásica (y la ópera), así que lo prioritario es hacer caja. Nada que objetar,
lo mismo ocurría en la década de los 60 del pasado siglo cuando los agoreros
decían que el negocio tenía los días contados. Hasta que se puso las pilas un
señor como Karajan, sobre todo después de cambiar de corte de pelo. Fue el
primer músico austriaco -mucho antes que Conchita- en percartarse de la
importancia de las tijeras y la maquinilla de afeitar como instrumentos de
primer orden. Que no perder el compás es imprescindible pero la imagen también
influye.
Así pues, nuestro querido Karajan se
atusó el tupé y -ojo al detalle- se dejó crecer las mechas de los lados para repeinarlas
hacia atrás. Le daba un aire de velocidad muy seductor, sobre todo cuando se
ponía de perfil y dirigía con los ojos cerrados. El cineasta francés
Henri-Georges Clouzot le tenía cogido el punto, por eso grabó encantado de la
vida unos cuantos conciertos con el maestro. "No hay nada más sexy que sus
dedos cuando dirige", recalcaba Clouzot, con la pipa en la comisura de los
labios, cada vez que algún músico se quejaba de que se centraba demasiado en la
figura del director de orquesta.
A toro pasado, los habrá que digan que
los encuadres eran demasiado forzados, que los músicos estaban demasiado
pendientes de salir distinguidos y solemnes -como en un desfile militar-, que
se respiraba un clima artificioso y rígido en el plató, que hay mucho 'corta y pega'
para que las secuencias queden vistosas... En resumidas cuentas, que todo era
un gran mentira elaborada en un estudio de grabación para gusto del consumidor.
Puede ser. ¿Y? ¿Qué hay de malo en eso?
Por cierto, el maestro Karajan también
colaboró con profesionales de la imagen de la talla de Hugo Niebel y Ernst
Wild. Vean el vídeo de la Sexta de Beethoven -rodado por Niebel en 1967- y
ríanse de las psicodelias. Es duro, muy duro. Terminas con los ojos vueltos del
revés y dolor de cabeza. Al propio Karajan le pareció excesivo pero no llegó a
renegar del resultado. Era un valiente. A lo hecho, pecho. La plaza de la Ópera
de Viena lleva su nombre, igual que la calle principal del auditorio de la
Philarmonie, sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Cuando falleció en
1989, el diario 'Le Monde' tituló en portada 'Dios ha muerto'. Ahí queda eso.
¿Qué diría Karajan si levantara la
cabeza y descubriera a Conchita y sus amigos/as en la Ópera de Viena? A
saber... No tuvo ocasión de trabajar con travestis pero sí tenía amigos
homosexuales. En el gremio de la dirección de escena o en el departamento de
vestuario y maquillaje siempre han proliferado los profesionales gays. Ni le
escandalizaba ni le importaba. Iba a lo suyo: peleaba por ser el número uno (en
fama y caché) sin perder el tren de la modernidad. En fin, me gustaría pensar
que el show de mañana le haría gracia. Era un tipo muy suelto cuando se trataba
de hacer teatro. Se lo pasaba en grande cuando le tocaba dar pautas a los
cantantes en el escenario. Tenía talento como actor, máxime cuando la escena
pedía estrangular a alguien... Lo bordaba.
Dicho todo esto, Conchita también se
merece un momento de gloria en el templo lírico de la capital austriaca que -lo
fundamental, seamos sinceros- disparará los beneficios de la Ópera de Viena. Yo
pienso verla en televisión sin prejuicios y con los ojos muy abiertos. Aunque,
por supuesto, no niego que mi mayor interés será el tenor lírico-ligero Juan
Diego Flórez. El pasado miércoles falleció inesperadamente su padre en Lima y,
pese a todo, no ha querido cancelar su actuación de mañana. Es un profesional
especializado en los gorgoritos belcantitas -siempre tan acrobáticos (y hasta
circenses)- que desata pasiones entre los aficionados. Un ídolo en Viena. Igual
que Conchita. Cada uno a su manera, claro.
Festival
2015
El LX Festival de la Canción de
Eurovisión se celebrará en ciudad austríaca de Viena los días 19, 21 y 23 de
mayo de 2015, después de que su representante Conchita Wurst obtuviera la
victoria con la canción «Rise Like a Phoenix» en la edición de 2014. Esta será
la segunda vez que Austria organice un festival de Eurovisión, siendo la última
ocasión en 1967 tras su victoria en 1966. El evento estará conducido por primera
vez en la historia únicamente por mujeres, a cargo Mirjam Weichselbraun, Alice
Tumler y Arabella Kiesbauer. La ganadora de la edición anterior, Conchita
Wurst, actuará como presentadora en las conexiones con la denominada «Green
room».
Mientras esperamos la gran fecha del
inicio del Festival, veamos y escuchemos todos los temas participantes, dándole
clik a este enlace:
POP MEETS OPERA
Con la matiné POP cumple la OPERA de
VIENA un éxito fiel al lema de "Construyendo puentes" un buen puente
entre S - y U músical !
Mañana, Domingo, 17 de mayo de 2015 a
las 12:00 - también vea en vivo gratis en
www.staatsoperlive.com y con una
velada pública en Platz Herbert von Karajan. ORF III transmite el evento por
completo el programa nocturno principal de 20.15.
http://ow.ly/N1ul7
#eurovision #esc
#buildingbridges
dibujo: (c)
Benedikt Kobel
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